No se por donde empezar.
En realidad, la razón de este viaje al sur son mis padres: mi papá de 67 y mi mamá de 70. Mis padres son de la 4ta región, de un pueblo al interior de Illapel, llamado Salamanca (Valle del Chalinga).
Desde que tengo recuerdo, las vacaciones no significan sino ir a Salamanca. Ni siquiera ir a la playa, puesto que de niño (y aun hoy) no sabía nadar, razón por la cual había que eliminar el riesgo de muerte por inmersión. Así que conocía el camino de Salamanca de memoria, más ningún otro camino.
Hace tres años no más que me arranqué del círculo. Si bien antes (a eso del 95 o 97) me arrancaba a Valparaíso por el día con mi chica, no sería sino hasta el invierno del 2003 que pondría en práctica eso de agarrar el saco de dormir y partir: Valdivia, 2003, a ver al Pancho como terminaba su último ramo en la Carrera, y le encontré sentido a viajar. Mucho. Al verano siguiente de inmediato Temuco voluntario, vuelta Valdivia, 7 tazas. Año venidero Combarbalá, Concepción. Chillán.
Y solo, siempre.
Aprendí eso de “parto pa´donde este vuelto” .
Hace como 2 años o mas que no voy de vacaciones a Salamanca. Fui a un funeral, eso si, pero no cuenta como vacaciones.
Mi mamá va bien seguido a ver a los tíos restantes, por salud.
Mi papá – que se tomó demasiado a pecho eso del “síndrome del jubilado”- simplemente no sale de vacaciones.
El siempre nos amenazó de “que un día vamos a ir al sur” -Salamanca era el norte- y “vamos a ver cosas distintas”. Era el mito de cada año, pues terminábamos impajaritablemente en casa de mis tíos.
El año pasado estábamos listos para partir al sur, y en eso mi papá empieza con mareos y parálisis facial.. ufg. Tate –dije yo- estamos listos pal accidente vascular encefálico. Scanner y terapia de por medio, todo resulto bien.
La mañana de mi cumpleaños de este año, mi papá me despierta muy temprano y me dice que vamos a cotizar pasajes, que lo acompañe al banco y a comprar pasajes. Así no más.
Arduas negociaciones permitieron que nos fuéramos la noche siguiente ( de otra forma no hubiera pasado esto).
Y así es como desde la noche del 27 hasta el dia del viernes 2 de febrero estuvimos en Valdivia, Corral, Puerto Varas, Puerto Mont, Villarrica y Pucón. Como turistas chinos, con la cámara en la mano, para tener algo que testifique “we were there”. Cumplimos, conocimos y vistamos el sur, mision acomplished.
Mis papás están viejitos, cansados, caminan una cuarta parte de lo que quisieran. Al ir por las ciudades, debo cuidarlos de que no se separen, que no se pierdan, que no se den por vencidos en la caminata. A ELLOS NADA MAS CON VER LES BASTA. NADA DE URGAR, CAMINAR Y PERDERSE EN LOS LUGARES.
Atine tarde eso si, el día de la vuelta. Atine a que estaba demasiado preocupado de la aventura, de pasarlo chancho, de verlo y sentirlo todo, y no estaba aprovechando LO QUE SI DEBIA APROVECHAR, al máximo el tiempo regresivo con mis viejos, aprovechar el descubrimiento conjunto con mis papás. Que el viaje es de ellos, no mío.(Me siento horrible, de pasada)
Fin de la ruta.